Historia
La versión popular asegura que al tiempo de la invasión musulmana, los cristianos ocultaron la primitiva imagen de la Virgen en una torre del castillo, donde la descubrió un águila, tras la Reconquista.
Rescatada Alcalá del dominio islámico, debió ser la única efigie de Nuestra Señora a cuya protección se encomienda la ciudadela, y seguramente única advocación Maríana durante siglos. El arraigo popular de su devoción en Alcalá de Guadaíra es absoluto. Era el propio Ayuntamiento quien organizaba las fiestas patronales. Los alcaldes al tomar posesión, juraban defender la pureza de María. Hay procesiones rogativas en épocas de calamidades, sequías, pestes, guerras…
Títulos
La Santísima Virgen del Águila es Patrona y Alcaldesa Perpetua de Alcalá de Guadaíra, habiendo recibido también de su Ayuntamiento la Medalla de Oro de la Ciudad.
- Patrona de Alcalá de Guadaíra
- Alcaldesa Honoraria de Alcalá de Guadaíra.
- Medalla de Oro de la Ciudad de Alcalá de Guadaíra.
IconografIa
En los tristes acontecimientos de 1936, la iglesia fue asaltada, incendiada y destruida la primitiva imagen. La Hermandad facilitó documentación y fotografías al escultor hispalense D. Antonio Illanes Rodríguez, para que tallase una nueva siguiendo la traza de la anterior; fue bendecida en 1.937 desde cuya fecha recibe culto continuado. El escultor respetó el hieratismo inicial del icono Maríano, que contrasta con el aire francamente montañesino impreso al niño Jesús.
La imagen actual es de cedro, de las llamadas de candelero o sea para vestir. Mide 165 cmts, teniendo talladas y encarnadas las manos y cara. Los brazos son articulados en hombros, codos y muñecas. Cejas pintadas, ojos en cristal, pestañas al pelo. La nariz correctísima, teniendo la boca un ligero rictus de sonrisa, al modo de las imágenes de su tiempo.
De pie, sonriente, enmarca su cara con un rostrillo de forma de corazón, al modo de las reinas y abadesas de Sánchez Coello, en tanto que la ráfaga de plata proporciona una sensación de fulgor y dinamismo que nos recuerda el halo de las apariciones.
Va vestida de Reina medieval, con saya bordada y manto brocado a juego. Sobre el rostrillo lleva una toca también bordada en oro, y luce una corona de oro de Ley de traza medieval, a tono con el cincelado gótico de la ráfaga de plata.
Ostenta la Medalla de Oro de la Ciudad y el Bastón de Alcaldesa honoraria perpetua de Alcalá de Guadaíra.
Su contemplación produce un dulce efecto de sosiego, propiciando la oración del creyente, y aún el simple curioso, advierte la serenidad que emana de toda obra bien equilibrada.
También de cedro, está tallado al completo, y articulados los brazos por el hombro. Su cabeza finamente dispuesta en bucles montañesinos. Facciones dulces y sonrientes, estando pintados los ojos y cejas; es un infante bellísimo, de suave ternura, que mueve a devoción.
Viste túnica también bordada en oro, y en lugar de corona, lleva tres potencias de oro de ley sobre la cabeza. En sus manos un relicario de oro en forma de corazón; ofrenda de una devota filipina, calza zapatos de oro de ley de hechura mudéjar. En la fiesta de la Candelaria, es costumbre secular que el Niño vista batón largo de bautizo y se cubre con un capuchón, como se hacía con los recién nacidos.
Devoción
A partir de la reconquista de la ciudad en el siglo XIII, la devoción a la Stma. Virgen, no solo se ha mantenido, sino que ha ido creciendo. Son muchos los testimonios a lo largo de los siglos, y sin pretensiones exhaustivas, podríamos encontrarlo en el campo literario, y en el propio desarrollo de la historia de este pueblo.
En lo histórico, el amor a la Virgen del Águila y el servicio al Templo, no estuvo vinculado a familias notables, sino al pueblo llano en general, como lo demuestra el mantenimiento del Culto, Procesión y Novena, con los mismos parámetros, incluso con el mismo texto escrito desde hace siglos a la fecha, el canto de la salve popular, secular Dios te Salve Virgen pura, y la radical resistencia del pueblo a la orden de demolición del Templo cuando a comienzos de siglo XIX, presentó graves problemas en su estructura, acometiéndose finalmente su restauración.
Otra prueba física del vigor y efectividad de la devoción, es la continuada reconstrucción del templo, reedificado y levantado cuantas veces ha sido preciso. Constan obras en los siglo XVI, XVII y XVIII; y en los últimos siglos, en 1802, 1911, 1942, y 1964, fecha de la última gran restauración.
La Virgen del Aguila, es la primera devoción de los alcalareños.
Tiene concedida la Medalla de Oro de la Ciudad y otorgado el Bastón de Alcaldesa Perpetua. Además de estar dedicada la calle principal de Alcalá, tiene erigido un monumento en la Plaza principal y ha dado nombre a dos barriadas (Nuestra Señora del Águila y Virgen del Águila). En Sevilla ha dado nombre a una Parroquia, a una calle en el Barrio de los Remedios, y una sala de la Seguridad Social en el Hospital Universitario, a la principal calle en la Ciudad de San Juan de Dios, al Colegio Salesiano de Alcalá, a la mayor draga del Guadalquivir; muchos comercios alcalareños llevan su nombre incluso una cooperativa olivarera, una estación de servicio, escuela de conductores, etc. y grabada su efigie en multitud de lápidas mortuorias.
La importancia de su devoción, se acredita por el hecho de que en casi todos los hogares alcalareños, y en muchas tiendas, oficinas o locales de negocio, preside la Imagen de Nuestra Patrona, siendo el unitivo de la mayor parte de las actividades apostólicas y considerada como uno de los principales signos de identidad de Alcalá de Guadaíra.
Coronación
El tres de junio del año dos mil, será recordado siempre como el acontecimiento mariano más importante en la historia mariana alcalareña, y la Eucaristía de mayor participación jamas celebrada en Alcalá.
En la explanada del Castillo, se concentraron entre 8.000 y 10.000 personas para asistir a la Ceremonia Pontifical donde el Excmo. Sr. Arzobispo de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, Coronó Canónicamente a la imagen de Santa María del Águila.